Concha Alviz | Front-end Developer

Overclocking: en qué consiste

El overclocking es una técnica que nos permite incrementar el rendimiento de nuestro ordenador, por encima de los valores originales de fábrica, a través del aumento de la velocidad de reloj . Aunque, por lo general, se aplica en la CPU o en la GPU, es posible emplear este procedimiento en otros componentes siempre que estos cuenten con un reloj interno, como puede ser el caso de la memoria RAM.

El overclocking puede ser un tanto arriesgado, ya que cabe la posibilidad de que los componentes del equipo queden inservibles a consecuencia del incremento de temperatura que estos experimentan (que puede derivar, incluso, en la propia quema del procesador). En este sentido, es fundamental el uso de una fuente de refrigeración adicional, además de el empleo de componentes de alta calidad.

De esta forma, podríamos decir que existen, básicamente, tres formas de llevar a cabo el overclocking:

  1. Aumentando la frecuencia.
  2. Aumentando el valor multiplicador.
  3. Realizando un aumento de ambos factores al mismo tiempo.

Las modificaciones de estos parámetros se llevan a cabo en la BIOS del sistema, y la aplicación de un método u otro dependerá del tipo de microprocesador con el que trabajemos. Por ejemplo, en el caso de los microprocesadores AMD es posible trabajar a la vez con la y el multiplicador (opción c), mientras que en el caso de los Intel suele emplearse el aumento de la frecuencia (opción a).

En relación a los riesgos, posiblemente, esta última opción (es decir, aumentar la frecuencia) sea la operación más delicada. Si no se realiza correctamente, puede generar falta de estabilidad en el sistema. Aumentar simplemente el valor multiplicador (opción b) es la que implica menos inconvenientes, aunque, por otra parte, suele ser la menos accesible: solo algunos microprocesadores AMD permiten el empleo de esta técnica.

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